"Wir sind Papst!", tituló Bild el 20 de abril de 2005: "¡Somos Papa!"
"¡Dios mío!", tituló Página 12 el 14 de marzo de 2013.
Las diferencias eran tan grandes como la distancia entre Alemania y Argentina. El diario más leído de Europa se ufanaba de la elección de Joseph Ratzinger como Papa, Benedicto XVI se convertía en orgullo y patrimonio de toda la nación. Página 12, un periódico progresista, tan audaz como necesario en sus primeros años de vida, estaba a esas alturas cooptado por el kirchnerismo y formaba parte de la campaña del Gobierno y sus satélites contra Jorge Bergoglio.
Pero Bergoglio ya no era Bergoglio, era Francisco. ¡Era el Papa! ¿Qué hacer con él? Cualquier cosa menos enorgullecerse.
Cristina Kirchner, por entonces presidenta, necesitó tiempo para superar el estupor de que el jefe espiritual de la oposición, ya que tal era la etiqueta que llevaba Bergoglio, fuera desde ese día, para los católicos, el representant...
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